Los PISOS INDUSTRIALES y las normas técnicas.

Qué bueno que existan normas técnicas.

En muy pocas palabras, las normas técnicas son documentos que surgen del trabajo de un grupo de especialistas sobre determinado tema considerado de interés, sometido luego a debate público y que acuerdan las condiciones mínimas que debe tener un producto, un proceso o un servicio.

Cuando estudiaba ingeniería, un compañero tenía la obsesión de saber el porqué de cada punto de las normas.

Tenía enorme razón: La realidad supera al método.

Siempre existirán aspectos y características no contemplados y que deben ser considerados. Aún en contradicción a las normas.

Pasa eso con el hormigón para los PISOS INDUSTRIALES:

Debemos medir la consistencia del hormigón en obra, con el cono de Abrams, dentro de un rango de descarga del trompo determinado por las normas: ¿Y si no cumple con las especificaciones requeridas? que hacemos con el hormigón ya volcado?

Y no quiero preguntar qué hacemos con el que falta volcar…

Si el cambio de consistencia excede las tolerancias previstas por el proyectista, habrá fraguado diferencial con todos sus efectos negativos.

¿Y el contenido de aire? Lo podemos medir con el aparato de Washington. Si es excesivo, aún dentro de las normas, podría afectar a la exudación, a la resistencia del hormigón y al desgaste de la superficie terminada…

¿Y los cementos normalizados, pero demasiado contractivos?

¿Y las arenas? Tremendamente problemáticas, incluso dentro de las curvas granulométricas normalizadas, responsables de muchas patologías en PISOS INDUSTRIALES…

¿Y los aditivos? Estoy seguro de que has tenido alguna experiencia desagradable al respecto. Juntas frías, deslaminaciones, desastres en la regularidad de la superficie…

Bueno. Seamos positivos. Algún especialista recogerá el guante…